San Antonio Oeste. Mientras la fiscal Mariela Coy aún aguarda el resultado de pericias clave que avanzar en la calificación legal y una hipótesis de los hechos que derivaron en la muerte de Maicol Ríos (25) por un disparo en la cabeza, la esposa de la víctima realizó hoy  inquietantes declaraciones por FM “Estación De la Bahía”.

Con voz entrecortada por el llanto, Janet Altamirano –que aún no fue citada a declarar- dio una versión distinta a la que se conoce hasta el momento y aseguró que el ataque está vinculado a “temas de drogas”, y que posee pruebas para demostrarlo.

Aseguró que tiene en su poder fotos y capturas de pantalla. “Sé que fue por eso”, manifestó.

También sostuvo que Ríos, que era adicto y con numerosos antecedentes policiales, quería salir de la senda delictiva, y que estaba concurriendo a una iglesia evangélica.

Resaltó en una parte de la entrevista que tiene miedo.

“Un amigo de él se me acercó y me dijo que Maicol no había ido a esa casa. Maicol no andaba por esos lados. Me dijeron que a él lo llevaron ahí para hacer eso que hicieron. Inclusive lo hicieron pasar como que él había forzado una venta y no fue así”, relató la joven, madre de siete chicos, los tres menores con Ríos.

Anticipó que “no me voy a quedar tranquila hasta comprobarlo”, y lamentó que el autor del disparo “dejó tres hijos sin su papá”.

Altamirano subrayó que su pareja buscaba recuperarse y que pidió ayuda en varias oportunidades.

Sobre todo cuando salió de la alcaidía de Viedma, donde cumplió una condena de un mes y diecisiete días por acumulación causas.

“Quería salir. Anduvimos pidiendo ayuda. Estuvimos frente a la Escuela 6 (en el Centro Administrativo del gobierno provincial), en Promoción Familiar. Anduvimos juntos, tratando de pedir ayuda, pidiendo trabajo, pidiendo por el tema de las drogas”, agregó.

Quebrada emocionalmente, la chica aclaró que “Sé que le ha hecho daño a mucha gente por lo que hacía”, pero reiteró que “Muchísimas veces pidió ayuda y no lo obtuvo”.

“La única forma que encontró – no lo estoy justificando- para ayudarme a mí con mis siete chicos, salir a hacer cosas. No tenía quien lo ayude. Es la única forma que encontraba. No lo estoy justificando porque no digo que esté bien lo que estaba haciendo”, sostuvo.

Insistió que “El ahora no estaba haciendo nada. El estaba intentando cambiar. Soy testigo de eso”.

Ríos recibió un balazo en la cabeza (parietal derecho) de un rifle calibre 22. Las primeras versiones indicaron que llevaba el arma con intenciones de robo. Supuestamente sabía que en la vivienda ubicada en inmediaciones de Antártida Argentina y Los Andes, había dinero en efectivo por la venta de un rodado.

El sospechoso de haber efectuado el disparo, de apellido Rodríguez y amigo del dueño de casa que habría estado circunstancialmente en el lugar, aún no declaró, informó Coy. Lo asiste el defensor Oficial, Camilo Curi Antún.