Weretilneck va a la Corte por la “re-re”
En el oficialismo no hay candidato que rinda en las encuestas como el gobernador
El intendente de Roca, mientras tanto, se esfuerza en mostrarse componedor hacia adentro del peronismo (en Bariloche, por caso, les dio apoyo a tres líneas locales del PJ) y en sus discursos mantiene los adjetivos a raya.
No hay antecedentes de una provincia con una Constitución que prohíbe una segunda reelección y que aun así el gobernador o gobernadora haya conseguido pasaporte legal para una tercera postulación. De todos modos, es claro que el argumento es que para el primer período (2012-2015) Weretilneck no fue elegido gobernador sino vice de Carlos Soria, cuyo asesinato a manos de su esposa truncó más que una gestión a sólo 20 días de asumir. “Este es mi primer período”, dijo el viernes.
El artículo 175 de la Constitución de Río Negro dice: “El gobernador y el vicegobernador pueden ser reelectos o sucederse recíprocamente por un nuevo período y por una sola vez. Si han sido reelectos o se han sucedido recíprocamente, no pueden ser elegidos para ninguno de ambos cargos sino con un período de intervalo”.
El presidente del Superior Tribunal de Justicia, Enrique Mansilla, no tendrá que hacer el esfuerzo de interpretar ese artículo porque, hasta donde se sabe, la jugada podría ser otra: ir a la Corte Suprema de Justicia.
Mansilla hace esfuerzos por acercarse a la Corte, donde la asunción de Carlos Rosenkrantz en la presidencia despertó una “mayoría peronista”, mientras el resto de los integrantes del Superior Tribunal rionegrino andan en lo suyo: Adriana Zaratiegui con asuntos de género, Sergio Barotto con las capacitaciones, Ricardo Apcarián con los fueros laborales y civiles y Liliana Piccinini con la llegada de los juicios por jurados al proceso penal.
En el 2013 la Corte dijo que Gerardo Zamora no podría presentarse a la “re-re”: “La asimilación que pretende efectuar la demandada entre la figura del gobernador y la del vicegobernador resulta entonces irrelevante, pues ambos, en igualdad de condiciones y a los efectos de la previsión contenida en el artículo 152, se encuentran impedidos por el mismo artículo”.
El senador Miguel Pichetto entró esta semana nuevamente al Consejo de la Magistratura. No es poco. Pierde senadores en su bloque pero suma poder. Weretilneck podría confiarle a él el lobby ante la Corte. El argumento sería que el Pacto Internacional de los Derechos Civiles y Políticos, al que suscribió nuestro país, establece el “derecho a participar en el curso de asuntos públicos, al voto y a ser elegido y acceder al servicio público”.
Si los tratados internacionales están por encima de la Constitución provincial, el derecho a ser elegido estaría también en un escalón por arriba de la prohibición de la “re-re”, especialmente si Weretilneck gobernó hasta el 2015 sin haber sido elegido para ello. Tal uno de los argumentos del oficialismo.
Pichetto jugaría entonces un papel clave, un enlace entre los anhelos del gobernador y la Corte Suprema. ¿Soria seguirá con su discurso componedor entonces?