Un vecino de Centenario produce su propia energía y la vende
Es la primera instalación urbana de generación distribuida en la Confluencia. Con 12 paneles cubre casi todo el consumo diario
CENTENARIO.
El lunes de la semana pasada quedó oficialmente en funcionamiento la primera instalación urbana con un sistema de generación distribuida la zona Confluencia. Fue en la ciudad de Centenario y dentro del proyecto de Interconexión a Red de Energía Solar Urbana Distribuida y Redes Inteligentes (IRESUD-RI).
Hace siete días que la casa ubicada en el sector conocido como el Casco Viejo está generando energía con paneles fotovoltaicos para el consumo de la vivienda e inyectando el excedente a la red eléctrica para que los vecinos puedan aprovecharla.
La instalación estuvo a cargo del Ente Provincia de Energía del Neuquén (EPEN), y en concreto, se colocaron 12 paneles de 250 vatios cada uno, que en su conjunto tienen la capacidad de generar 3 kilovatios. Pueden alimentar el consumo anual de una vivienda tipo en hasta un 80% del requerimiento de energía. Además, se colocó un inversor, un tablero de protecciones y fue conectado a la red de medidores inteligentes de la localidad.
El proyecto IRESUD es un convenio público-privado donde participa el EPEN, la Comisión Nacional de Energía Atómica (CNEA), la Universidad de San Martín de los Andes (Unsam), y es financiado por el ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación Productiva. Se realiza únicamente en la provincia de Neuquén y tiene como objetivo instalar en Centenario 200 kilowatt de generación fotovoltaica conectada a un mismo transformador.
El EPEN tiene cuatro instalaciones de paneles fotovoltaicos conectados al a red de distribución: dos en San Martín de los Andes, una instalada por el ente y otra particular, una en la localidad del Chañar y la recientemente colocada en Centenario.
Actualmente tienen cinco pedidos pendientes de usuarios particulares, entre San Martin de los Andes y Aluminé, y los equipos van entre 1,5 y 5 kilovatios.
Cómo funcionan
Los sistemas de generación distribuida están pensados para fomentar el uso de energías renovables, reducir la cantidad de energía que se consume de otras fuentes y abaratar costos.
En este caso la energía es generada por los paneles solares. El inversor se encarga de convertir la electricidad producida por el campo solar de corriente continua a corriente alterna. Por último, se utiliza un medidor bidireccional para contabilizar la energía que se consume y la que se inyecta al sistema.
Al no tener baterías, si no hay uso de energía, no se almacena, sino que desemboca en la red.
Financiación y expectativas
El objetivo de esta primera conexión en Centenario es evaluar el comportamiento de las redes con la inyección de energía distribuida y patrones de consumo. Para ver esto se hace un seguimiento web mediante la información que aportan los medidores inteligentes.
Una vez que los técnicos enmarcados en el programa dan el visto bueno sobre la viabilidad para instalar los equipos, se firma un acuerdo de colaboración entre el usuario y el ente.
Al ser una prueba piloto, los beneficiarios no pagan por los equipos, y esto es porque son propiedad del consorcio entre el EPEN, la Unsam y la empresa ALDAR. Por esta misma razón es que no se le paga al usuario por la energía aportada a la red. El único beneficio que reciben los usuarios particulares o los entes públicos beneficiarios del proyecto, es que mientras se realiza la prueba, lo que generan con los equipos fotovoltaicos cubre parte de la demanda energética y, por consiguiente, el costo mensual es menor.
El pico más alto es durante las 13 y las 14.
En números
A principios de noviembre el gobierno nacional anunció que después de casi un año de haber aprobado por unanimidad la ley 27.424 de generación distribuida, iba a reglamentarla.
Ante la falta de regulaciones algunas provincias se adelantaron y sancionaron sus propias leyes.
La provincia de Neuquén fue una de ellas y, a principios de 2016, sancionó la Ley 3.006 donde estableció las condiciones para la conexión a las redes de energía eléctrica por medio de instalaciones de energía renovable pertenecientes a usuarios.
La ley nacional destina un total de 800 millones de pesos para promocionar el programa e incentivar a los usuarios. De ese monto, 500 millones van a residenciales y los otros 300 para empresas y comercios.
Sin embargo, ningún usuario de la provincia de Neuquén puede acceder a estos beneficios porque aún la provincia no se adhiere a la Ley 27.424. Para hacerlo debe resolver qué hacer con la ley provincial vigente. Las opciones son adaptarla o derogar la Ley 3.006 y adherirse completamente.
Una de las principales diferencias entre ambas leyes tiene que ver con lo que se le abona al usuario que inyectar energía cacera.
Según la nacional, el excedente de generación que se le paga al usuario es igual a lo que paga la Compañía Administradora del Mercado Mayorista Eléctrico (Cammesa) a cualquier proveedor, lo que no es muy rentable para el usuario residencial. La reglamentación local solo habla de costo de abastecimiento distribuido.
Desde el EPEN expresaron que el objetivo es adherirse a la ley nacional en lo que resta del año o a principios del año 2019.
Hace cuatro meses, Facundo Goya recibió por debajo de la puerta de su casa, un folleto sobre un proyecto de energías renovables que iba a realizarse en Centenario. En ese momento no sabía bien de que se trataba. Sin muchas precisiones sobre el tema, Goya se interesó y se propuso profundizar.
Además de informar, el objetivo del tríptico que recibió era convocar a los vecinos a participar de una reunión para introducirlos en el proyecto de Interconexión a Red de Energía Solar Urbana Distribuida (Iresud).
“Por cuestiones de trabajo no pude asistir a la reunión, pero me interesaba saber sobre energías renovables, entonces hice las averiguaciones necesarias, tomé los datos y me acerqué al EPEN”, relató Goya.
A las semanas se acercó un equipo técnico a su casa para evaluar la viabilidad del terreno y si contaba con la superficie necesaria para las instalaciones. El hecho de que Goya estaba en plena remodelación de la casa fue un factor clave para su selección.
El arquitecto a cargo de las obras se puso en contacto con autoridades del EPEN para adecuar y ajustar todo lo necesario para la instalación de los paneles.
“Nosotros hicimos todo para facilitar la instalación de los equipos porque en el proyecto no estaban estipulados y nosotros lo asumimos como particular pusimos esa diferencia”, indicó.
Según lo planteado en el proyecto aún quedan instalaciones pendientes para alcanzar el límite planeado. Se repartirán entre particulares y entes públicos.