Confirman condena a un minero que violó a su propia hija adolescente
Los hechos ocurrieron en Sierra Grande. Los sometimientos que sufrió la chica son aberrantes.
San Antonio Oeste. El Superior Tribunal de
Justicia rechazó in limine un recurso de queja que presentó el abogado de un
hombre que trabaja de minero, quien fue condenado a 15 años de prisión por
violar en reiteradas oportunidades a su propia hija, cuando contaba entre 13 y
15 años de edad.
Los hechos sucedieron en Sierra Grande, y en el fallo judicial publicado en los últimos días, el sujeto aparece identificado con las siglas YRC, que llegó a juicio por el delito de “abuso sexual continuado con acceso carnal, agravado por el vínculo”,
La sentencia condenatoria se registró en agosto de 2018, pero la Defensa apeló, y el Tribunal de Impugnación la admitió parcialmente, y redujo la pena a 11 años y 6 meses de cárcel.
Pero de todos modos no quedaron conformes, e intentaron una impugnación extraordinaria que fue denegada, por lo que fue tramitada ante el STJ.
El argumento de la presentación se centró en seis mensajes de texto que el padre le envió a la adolescente y a su madre, en los que reconoce el hecho, pero que aduce que habían sido consentidos.
Para el abogado, esos mensajes –enviados cuando el hombre sospechó que lo denunciaban- no tienen validez, por cuanto acreditó su existencia la Jueza de Paz de Sierra Grande, quien lo declaró como testigo.
El profesional sostuvo que “era necesaria la intervención de la Oficina de Investigación de Telecomunicaciones (OITEL), con la debida notificación a su parte y la adopción de determinado procedimiento, que no se siguió”.
Pero en el análisis del caso, los jueces Ricardo Apcarian, Sergio Barotto, Liliana Piccinini y Liliana Piccinini desestimaron ese planteo, y consideraron creíble el testimonio de la Jueza de Paz.
Asimismo destacaron que la sentencia “cuenta con otros elementos de prueba
distintos que son adecuados para arribar a una condena”.
En primer tuvieron por válidos los dichos de la víctima, que
cocuerdan con los de la madre, hermano y tía.
"…. articula correctamente el relato vertido por la joven con el que resulta de sus parientes más próximos traídos al debate y escuchados por el Tribunal", señalaron los magistrados.
También ponderaron los informes del psicólogo del Cuerpo Médico Forense, “los que se estimaron concordantes con lo dicho”.
Los hechos que se enrostraron al progenitor son gravísimos.
Según los documentos judiciales, atacaba a su hija “luego de pasar a buscarla por el polideportivo”, donde practicaba deportes. La llevaba en su automóvil y en un camino oscuro ubicado detrás del Barrio 23 de Mayo, “la besaba en la boca, le tocaba la vagina y le apoyaba su pene”.
Cuando la chica cumplió 15 años, hasta que lo denunciaron, la accedió carnalmente vía vaginal “casi diariamente en el interior de su domicilio ubicado en... “. Además, la obligaba a que le tocara el pene y el resto del cuerpo.