El piloto de autos José Manuel “Manu” Urcera fue imputado ayer por el delito de lesiones graves en perjuicio del guardia ambiental Maximiliano Bertini, a quien atropelló en enero del 2016 cuando circulaba con un arenero en zona vedada para esos vehículos, cercana a Las Grutas.

Urcera, de 26 años, había sido sobreseído por el juez Carlos Mussi a fines de ese año pero, posteriormente, la Cámara aceptó la apelación de la querella representada por Luciano Perdriel. Planteó además que se profundice la investigación.

Ayer, en la audiencia de formulación de cargos, presidida por la jueza Itziar Soly, la fiscal adjunta Yanina Estela reiteró la acusación por lesiones graves.

El Ministerio Público Fiscal formuló cargos contra Urcera, quien acusó de lesionar gravemente al guardia ambiental.

El acusado –según la denuncia inicial– ingresó al área protegida e hizo caso omiso a la prohibición de transitar por esa zona, reiniciando la marcha y embistiendo a Bertini, ocasionándole así lesiones graves. Además, destacó que el conductor se retiró del lugar sin socorrerlo.

La fiscalía aportó como pruebas al testimonio de la víctima, la de su compañero y certificaciones médicas que dan cuenta de la gravedad de las lesiones sufridas.

El querellante Perdriel, respaldó la acusación de la fiscalía mientras la defensa, representada por Danilo Vega y Felipe Suárez, cuestionó la calificación legal porque entendía que eran “lesiones leves”. La jueza ratificó inicialmente la tipificación planteada.

Urcera estuvo ayer en la audiencia y fue su primera comparencia en la Justicia. Incluso, en la apelación ante la Cámara, la querella había enfatizado esa característica. “No pudo ser ubicado para recibir la notificación. Algo llamativo teniendo en cuenta que, más allá de sus domicilios, su agenda es pública debido a su labor en el TC. De hecho, fue notificado recientemente en Viedma durante el desarrollo de la carrera a la que asistió”, explicó recientemente Perdriel a “Río Negro”.

El pasado 28 de febrero una médica forense examinó nuevamente a Bertini, que recibió una serie de lesiones en sus piernas y en su cabeza tras el episodio. Actualmente, según el mismo guarda ambiental relata, sufre fuertes jaquecas, mareos y un desorden en el habla producto de lo que el identifica como una secuela neurológica del atropello, que inicialmente fue diagnosticada como “afasia”.

“Ahora estoy medicado por un neurólogo. Lo que pretendo es Justicia. Que lo que pasó no quede en la nada” expresó Bertini.

Con la revisión, la Justicia reactivó la causa aunque los trámites por las multas todavía no se habrían completados. Una serie de actos administrativos, según trascendió, se retrasaron tras la pérdida de los escritos entonces los hermanos Urcera (Paula y José Manuel) fueron recién notificados a fines del año pasado de una multa de $ 80.000. Bertini también consideró “llamativo” ese hecho.