Juez cipoleño ordenó cerrar las puertas de Interlagos
La medida la dispuso el juez Diego de Virgilio del Juzgado Civil 1 de Cipolletti para resguardar los bienes de la empresa.
La medida la dispuso el juez
Diego de Virgilio del Juzgado Civil 1 de Cipolletti para resguardar los bienes
de la empresa.
CIPOLLETI
La Justicia civil decidió prohibir el ingreso a los exempleados de la Embotelladora Comahue con el fin de “resguardar” los bienes de la fábrica que fueron desapoderados y están próximos al remate. La medida se llevó a cabo ayer en la mañana, alrededor de las 11, aprovechando que la fábrica no había ninguno de los exempleados.El referente de los ex trabajadores de Interlagos, Pablo Leguizamón, aseguró que a pocas horas de encontrar la planta cerrada iba a llegarle la documentación para comenzar a conformarse como cooperativa. “Lo más loco es que la matrícula de la cooperativa nos llega esta tarde”, sostuvo. Sin embargo, desde la Justicia confirmaron que los plazos están vencidos para conformar una cooperativa. La alternativa sería que adquieran las maquinarias a través de un crédito o que la provincia los financie.
En la convocatoria de salvataje que abrió la Justicia Civil solo se inscribió una empresa, que finalmente desistió del proyecto ya que no pudo arreglar con los acreedores la forma de cancelar las deudas. En ese momento los trabajadores podían presentarse como Cooperativa y no lo hicieron. Más allá de las intenciones de formarla no cuentan con la disposición de los bienes de la Embotelladora Comahue.
Tras confirmarse la quiebra de la empresa, la maquinaria será rematada para pagar la deuda que la firma tenía con los acreedores y con los mismos trabajadores a quienes se les adeudan muchos meses de salarios y las indemnizaciones. La medida fue solicitada por el síndico Horacio Schlichter que, a partir de ahora, junto a Daniel Padellaro, son los únicos autorizados a ingresar al predio ubicado sobre Ruta 22 y Toschi.
Surgió luego de la decisión de los ex trabajadores de formar una cooperativa. El miércoles anunciaron en una conferencia de prensa que tenía todo en condiciones de comenzar a formar una empresa sin patrones. Las expectativas de llevar este proyecto adelante comenzaron a desmoronarse ayer en la mañana cuando Leguizamón, quien estaba al cuidado de la fábrica, salió de las instalaciones y al regresar se encontró con candados en las rejas. “Ahora estamos convocando a todos para hacer una asamblea en la que vamos a decidir si entramos o no”, señaló el delegado.
La Justicia decretó el pasado 9 de septiembre la quiebra de la firma que se encontraba desde 2016 en concurso preventivo. La deuda con el fisco es superior a 300 millones de pesos.
