San Antonio Oeste. Una serie de insistentes rumores que circulan en los últimos días indicaban que un muchacho conocido como Maicol Ríos, poseedor de cuantiosos antecedentes delictivos y con prisión preventiva dictada a fines de septiembre, había sido salvajemente agredido en la alcaidía de Viedma.

Supuestamente, lo atacaron entre varios internos que le provocaron serias lesiones, algunas de carácter íntimo. La versión aseveraba que su vida estaba en riesgo.

Sin embargo el mismo muchacho se encargó de desmentirlo.

En un audio enviado por WhatsApp desde el lugar de encierro aseguró que: “No me pasó nada, gracias a Dios. Estoy en un pabellón cristiano, los chicos me han tratado lo más bien. Estoy mucho mejor, gracias a Dios. Saludos a todos los sanantonienses, si lo pueden divulgar. Los que han hablado mal de mí, que Dios los bendiga”.

Para resaltarlo, añadió una fotografía donde no se observan lesiones exteriores, imagen que luego se viralizó entre gente de San Antonio. 

En una segunda grabación, Ríos agregó que “Sé que la gente habla mal, no me importa. Se lo que soy, se lo que hoy en día está pasándome en mi vida, y gracias a Dios estoy cambiando y estoy mejor que nunca. Dios los bendiga”.

El juez  Adrián Dvorzak le impuso el 27 de septiembre un mes de prisión preventiva. Lo imputó por tentativa de robo y por amenazas, hechos vinculados. Las víctimas serían miembros de un matrimonio.

Días antes de ese episodio, el muchacho de unos 25 años, resultó herido a puñaladas en un tumultuoso incidente que ocurrió en el barrio 150 Viviendas. Hay una causa que está en investigación por ese violento hecho.

Posteriormente, y aún con las lesiones de la agresión, intentó vengarse de los supuestos atacantes.

Por una moto

La investigación determinó que todo comenzó el pasado 17 de agosto, alrededor de las 20, cuando el joven habría intentado robar una motocicleta en inmediaciones de Alem y Belgrano.

Posteriormente se produjo el ataque a puñaladas en el que resultó seriamente herido.

Cuatro días después, el 21 de agosto alrededor de las 18 horas, el hombre junto a otros dos sujetos abordó a la pareja de la mujer quien se encontraba trabajando a bordo de un vehículo perteneciente a una panadería.

En esas circunstancias y con ladrillos en sus manos le profirió amenazas a él y a du familia y posteriormente intentó sustraerle la riñonera que llevaba en su cintura.

Al no poder lograr su cometido, el acusado arrojó los ladrillos y rompió los vidrios de las ventanas laterales del vehículo. La calificación legal del primer hecho es robo en grado de tentativa, mientras que en el segundo caso es robo en poblado y en banda en grado de tentativa, amenazas y daño.

Ante el riesgo de entorpecimiento de la investigación o posible fuga, Dvorzak ordenó su prisión preventiva, solicitada por la fiscal Mariela Coy.